Hoy me desperté tarde, la baterias de los dos únicos relojes de mi casa se habian agotado, uno cuando marcaba 5 para las 11 y el otro en 8 y media. Encendí la TV para ver que hora era en realidad pero los programas de noticias ya habían terminado, mi celular se había apagado, cuando lo encendí daban las 5:30 de la madrugada, algo que era imposible porque había mucho ruido y un enorme sol. Encendí la computadora y eran las 11 de la mañana sabía que llegaría tarde a la Universidad pero no me sentía mal, muy por el contrario había otra onda, algo así como estar de buen humor, cogí mis cosas almorcé y esperé como 20 minutos a que pase el carro, nunca había demorado tanto, pero no me molestó.
A pesar de haberme levantado tarde y de esperar por casi media hora mi mobilidad me sentia de buen humor y hasta no me molestó la presencia de aquellos sujetos con cara de pocos amigos se suben a los buses a ofrecer golosinas. Por lo general me causan mucha molestía ya que suelen ser inoportunos, muchas veces me vi en situaciones poco agradables con éstos individuos. Pero en todo el trayecto sucede algo extraño, antes de voltear a la avenida Venezuela sube un vendedor de golosinas que narra la típica historia: "No quiero molestar tu viaje... quien te habla era un drogadicto y alcoholico... estuve en lurigancho... una insitución me ayudó .... ahora yo ayudo a esa institución... comprame mi producto golosinario..." dicho todo esto el vendedor pasa de asiento en asiento, yo no le quitaba la mirada, nadie le compraba y él sólo decía: "gracias", al no vender nada, el vendedor se bajó. No pasó ni un minuto y subió otro tipo, mas gordito y con pinta de no tener mucha expericencia en este tipo de trabajos, se repitió el mismo discurso, pero con menos entusiasmo que el anterior y empezó a pasar de asiento en asiento y de la misma forma me di cuenta que nadie le compraba, cuando llega a mi asiento y después de ofrecerle sus golosinas al último pasajero dice: "gracias..... la gente es una mierda". De todo el discruso que se dio con anterioridad, ésta última parte se la entendí mejor y me di el atrevimiento de decirle: "Si así como dices que la gente es una mierda ofrecieras tu producto, venderías más". Creo que el tipo no esperaba ese tipo de respuestay siguió quejandose: "uno trabaja para ésto? ... para que la gente te de la espalda y te pisen la cara". Yo con mayor confianza le dije: "Pero todo depende de tí, en buscar otra estrategia, hace menos de un minuto, antes que tú subas, subió otro vendedor y lo hiso mejor que tú y a él tampoco le fue bien, si a él no le comprarón menos a tí". El tipo me preguntó: ¿Tu qué estudias?, yo le dije: Comunicación.
El diálogo se había prolongado sin que nos dieramos cuenta, entonces el sujeto que estaba a mi costado preguntó: ¿vendes caramelos?. El tipo contestó: "Sí". Y el jóven le dijo: "dame cinco". Después de esa venta, el tipo me miró y yo lo miré y en su mirada pude percibir: extrañesa, reflexión y gratitud.
Luego de ésta expericencia me sentí mucho mejor, estaba de muy buen humor y todo esto quizas no hubiera ocurrido si una noche antes no hubiera escuchado su voz. Y para tí: ¿Cúal es la moraleja?.
oj
p+
Dedicado a Nathaly