Jhon era un soltero adulto de aproximadamente 45 años de edad, había sido criado por una familia que lo adoptó de muy niño, vivió mucho tiempo en un orfanato y de su pasado sólo sabía que su madre lo había abandonado ni bien nació, trabajaba en un centro comercial de juguetes y un día mientras le mostraba como funcionaba una trampa para ratones a un niño se percató de la presencia de una mujer muy extraña, que lo miraba fijamente durante un buen rato, se le acercó para preguntarle que se le ofrecía y ella solo le dijo que buscaba un juguete para su nieto. Cuando Jhon salió del trabajo notó que la mujer aún lo estaba siguiendo con la mirada, Jhon decidido a saber que pasa, fue detrás de ella. Casi lo atropella un auto por ir detrás de la mujer a quien pese que huía con desesperación la alcanzó, así fue que la mujer reveló su identidad, le dijo que era su madre.
La mujer y Jhon fueron a tomar un café para así poder conversar. La mujer le dijo a Jhon que era especial, pues fue concebido por ensiminación artificial, sin embargo ella sabía quién era su padre. Antony Cooper era el nombre de un viejo millonario, cuando Jhon llegó a su mansión al principio no le dejaron entrar pues los de seguridad afirmaban que el señor Cooper nunca tuvo hijos, luego de que el guardia que custodiaba la casa hablara con el mismo Cooper le permitió el ingreso.
Jhon conoció a su padre, quién lo recibió muy afectuosamente al enterarse que él era su hijo, le invito un par de tragos y la química entre padre e hijo se hizo notoria.
La relación entre ambos no quedaría ahí, Jhon comenzó a visitar mas seguido a su padre y hasta se había hecho amigo del guardián que lo trato con frialdad al principio. Una tarde cuando Jhon iba de costumbre a visitar a su padre, esta vez para ir a cazar aves encontró a su padre con una enfermera. Vio a su padre conectado a una sonda y una máquina muy extraña de ésas que se ven en los hospitales. Jhon le pidió una explicación a su padre, éste se disculpó por no habérselo dicho antes. "Jhon, me estoy muriendo, los médicos dicen que sino consigo un donante de riñón...". Pese a que el día de caza fue bueno (Jhon aprendió muchos trucos para cazar) Jhon no se sentía bien, perdió mucho tiempo y ahora que tenía a su padre cerca sabía que lo iba a perder. Le tomó un gran cariño en tan poco tiempo que tomó una decisión, él le donaría uno de sus riñones.
Minutos antes de la operación su padre le dijo: "¿estás seguro de ésto?, ¿aún puedes ....?. Pero Jhon no dejó que termine la frase, estaba decidido, lo último que recuerda es la imagen de su padre antes de quedarse profundamente dormido, adormecido por la anestesia, muchas horas después despertó, en la misma habitación donde se quedó dormido, al costado suyo estaba la cama de su padre, estaba vacía, algo desesperado preguntó a la enfermera dónde estaba su padre, la enfermera le pidió que se calme y le dijo que el Señor Cooper había sido llevado a su casa para que sea ahí donde termine de recuperarse.
Jhon algo indignado no esperó a que le dieran de alta, una vez que salió del hospital fue en busca de su padre, al llegar a la puerta de su mansión, le prohibieron el ingreso, el ayudante del cual ya se había hecho amigo le dijo: "Jhon, lo lamento tengo ordenes de no dejarte ingresar, el señor Cooper no quiere verte, es mejor que no vuelvas". Sus palabras destrozaron el corazón de Jhon que no encontraba la explicación a todo esto, un día es generoso con él, Jhon le brinda su ayuda y luego lo abandona sin más explicación. En ése momento el dolor que sentía en su corazón era más fuerte que la herida de la operación que tenía en la espalda.
Unos años pasaron y Jhon a manera de terapia psicológica compartía sus experiencias con un grupo de personas que también tenían problemas. Pero Jhon estaba cansado de oír todo el tiempo las mismas historias, de personas que se quejaban por pequeños defectos de otras personas, un día se cansó y mandó al diablo la terapia: "Todos uds se quejan por cosas sin importancia, a mi, mi padre me engañó, me robó un riñón". La psicóloga que estaba a cargo lo alcanzó cuando Jhon ya se iba a casa, y le dijo: "Sabes, tienes razón, a veces yo también tengo ganas de hacer lo mismo", a Jhon le cayó bien, su nombre era Hellen, era muy bonita y la invitó a salir. La mujer que llenaría un gran vació llegó a su vida. Cuando cumplieron el primer mes de novios ambos fueron a cenar y Hellen le tenia preparado un regalo significativo, Jhon apenado por no haberle regalado nada entendió que Hellen la amaba y que se preocupaba por él. Hellen le regaló las llaves de su casa, para que así Jhon pudiera entrar cuando quisiera y quedarse a dormir, Jhon nunca se quedaba a dormir cuando iba a casa de Hellen. La razón era que Jhon iba siempre a la casa de su padre y pasaba horas y horas dentro de su auto esperando en la puerta no se sabe qué. Un día se apareció su padre quién subió a su carro y comenzaron a hablar. Las palabras del señor Cooper fueron duras y frías: "¿Qué buscas Jhon?", Jhon completamente indignado le dijo: "¿Qué busco? ... Me quitaste un riñon, me utilizaste". Su padre más frío aún le dijo: "Tú querías un padre, yo quería un riñón, aproveché que tu madre te había hallado y le pedí que te dijera de mi existencia para que me buscaras... Te agradezco por el riñón Jhon pero ya no me vuelvas a buscar". Su padre salió del auto y se marchó.
Un día que parecía que Jhon se quedaría con Hellen, ella despertó y Jhon no estaba a su lado, Hellen cogió su auto y fue en busca de Jhon, lo halló en la puerta de la casa de su padre, esto lo hacía todos los días. Hellen entendió que Jhon aún no había olvidado a su padre, que pese a todo aún lo quería, pero sabía que eso le hacía daño, Hellen le pidió a Jhon que no lo vuelva a buscar y de esa forma Jhon trató de olvidar a su padre y lo que le hiso para siempre.
Continuará...
La exitosa serie LOST, entra en su cuarta temporada, ¿qué viejos misterios nos revelará y qué otros nos llenarán de intriga?. Como parte del recibimiento de esta noticia, he querido traerles la historia de uno de sus personajes, que aunque es ficticio, su caso muchas veces pasa en la vida real y es tiempo de reflexionar con la ejemplar vida de Jhon Locke.